Catálogo exposición individual en las Salas de la Dirección General del Patrimonio Artístico Abril-Mayo 1979
Introducción de José Hierro
(extracto)
…Es evidente que lo que ocurría en aquellos cuadros era real. Criaturas y cosas pertenecen al mundo real. Pero están vistas desde otra dimensión que las torna irreales. Es la visión que de nuestro mundo podría tener alguien que llegase de otro planeta sometido a leyes muy distintas. No, no se trata de una de las vías del neosurrealismo, del realismo mágico, sino de objetivaciones de lo enigmático. Lo repito: estamos en la realidad, no en el sueño, no en la alucinación. Acaso sean alegorías cuyo plano real se ha perdido.
Estamos en un mundo de realidades enigmáticas, ya lo he dicho. Pero estamos , sobre todo, en el mundo de la pintura. María Antonia habrá recogido y coleccionado, no sé donde, estos tonos de frutas envueltos en niebla, de alas de mariposa, de corteza de árbol, girones de crepúsculo: tonos siempre muy elaborados, desposeídos de la aspereza que tienen en el tubo. Y, a continuación, los ha ordenado armoniosamente, extendiéndolos en las zonas casi sin matices junto a otras en que el matiz impera. Ha utilizado el toque largo junto al empaste exquisito. El contraste de los tonos, que nunca llega a la agresividad, viene subrayado por el contraste de la materia. Es entonces cuando los colores le habrán sugerido que es lo que quieren ser, qué luz desean para protegerse. Y la pintora , obedeciendo a este deseo, los ha metaforseado en cosas y seres posibles. Ellos han actuado como palanca que le ha franqueado la puerta de un mundo misterioso.
Mundo misterioso, no literario. Literario es lo que existe, antes de que el cuadro exista, en la mente del pintor. La tarea de éste se limita, en ese caso a traducir en colores una historia que podía contar en palabras. Lo misterioso por el contrario, es lo que no puede ser contado: lo que sólo queda aludido en el color, que es el genuino punto de partida. María Antonia piensa colores y esos colores piensan por su cuenta historias que no pueden contar a los humanos, ni siquiera a la propia artista, que es quien los ha sacado de la nada. Entre ellos y nosotros media un abismo que nadie puede saltar, un enigma que nadie puede racionalizar, aunque todos podemos , mas o menos, presentir……